El conocimiento de este topónimo es muy antiguo y está documentado el aprovechamientos de sus aguas en el proceso de reparto entre las diferentes propiedades de la Heredad de Arucas y Firgas, aprobado el 4 de octubre de 1710. Estas tierras rojizas del antiguo Bosque de Doramas nos servirán de puerta de entrada al Barranco de La Virgen, uno de los espacios donde mejor se puede apreciar la recuperación de la masa forestal de Gran Canaria en los últimos 50 años.