Los pueblos cumbreros del noroeste de Gran Canaria han estado ligados desde siempre al cultivo de cereales. Uno de estos parajes es el pago de Las Cuevas del Retamal, que compone uno de los tantos exponentes de poblados trogloditas, tan característicos de la comarca de los Altos de Gáldar. Partiendo desde El Retamal el camino lo marcan las innumerables eras donde antaño los vecinos trillaban el trigo y la cebada. Las lomas desnudas, los pinares y los retamales forman un mosaico que guía nuestros pasos hasta Barranco Hondo donde se encuentra una de las cuevas más singulares de Canarias; nos referimos a Risco Caído, que junto a un buen número de enclaves de las cumbres de la isla conforman el Paisaje Cultural de Risco Caído y Montañas Sagradas de Gran Canaria.